Los Andes wine trip

Argentina posee la mayor cantidad de viñedos en América del Sur y es el quinto productor de vino en el nivel mundial. Las exportaciones vitivinícolas argentinas crecen más de un 30 % anual. El Malbec y el Torrontés son los varietales-insignia con que el país se da a conocer en el plano internacional.

En Argentina pueden distinguirse claramente unas ocho regiones vitivinícolas de norte a sur, en forma paralela a la cordillera. En general, se trata de zonas con inviernos muy marcados, veranos calurosos, mucha luz solar, y escasas lluvias.

La mayor parte de los viñedos se asienta en los valles. A diferencia de lo que ocurre en Europa, Nueva Zelanda o Sudáfrica, no existen prácticamente viñedos en las laderas de las montañas. La altitud varía entre los 450 y los 1800 m sobre el nivel del mar.

El viaje

Es un wine tour que dura entre 15 y 20 días, y permite conocer todos los terruños de la Argentina. Comenzando por Neuquén y Río Negro.

Los Valles de Río Negro es una zona tradicionalmente productora de frutas (manzanas, peras) a escasos 300 msnm. El clima es templado y seco, con una apreciable amplitud térmica entre el día y la noche, y sus suelos tienen la composición típica de las zonas desérticas, arenosos. Produce vinos recios, de alto contenido alcohólico y particularmente, la variedad Pinot Noir, junto con la Chardonnay, componentes clásicos de los mejores champañas.

Luego continúa por Mendoza, donde se puede degustar lo mejor de la provincia y apreciar las maravillas de su más famoso varietal, el Malbec. Dada la extensión de la provincia es necesario dividirla en zonas, ya que sus características en cuanto a clima, altitud y suelo son notablemente distintas.

Zona Alta del río Mendoza: Con alturas que varían entre los 800 y 1100 mts. sobre el nivel del mar y diversos microclimas, es una zona en donde casi todas las variedades nobles se adaptaron con facilidad. Se destaca el Malbec.

Zona Norte: Zona apta para blancos frutados y tintos jóvenes, con una altitud de 600 a 700 mts.

Zona Este: Con una altura que va desde los 600 a 700 mts. es la zona de mayor producción de la provincia.

Valle de Uco: Es una zona de clima más frío y mayor altitud (entre 800 y 1400 mts. sobre el nivel del mar), la mayor parte de los viñedos están ubicados en las laderas de la precordillera. Se logran vinos con una muy buena acidez.

Siguiendo este recorrido llega a San Juan, donde los Valles del Zonda, Ullum y Tulum son los ejes fundamentales de la vitivinicultura sanjuanina. Clima semiárido. Es la segunda provincia productora del país, con el 25 % de los viñedos totales. Dentro de las variedades mas cultivadas, la que más se destaca es Syrah.

La Rioja es el próximo destino que permite conocer sus vinos. Aquí se encuentran los Valles de Famatina, antigua zona vitivinícola que se extiende sobre la provincia de La Rioja y parte de Catamarca, es un gran valle irrigado a 935 metros sobre el nivel del mar. La región registra lluvias escasas (promedio 130 mm. anuales), con vientos moderados. Posee 7000 hectáreas cultivadas (aprox.)

Este apasionante recorrido continúa en Catamarca, una de las nuevas regiones que compone el mapa vitivinícola argentino. Con suelos arenosos, con algo de arcilla, muy pedregosos, clima templado, con temperaturas de gran oscilación entre el día y la noche y con una altura promedio de 1500 metros; reúne condiciones óptimas para la elaboración de vinos finos de alta calidad. Las variedades finas que mejor se han adaptado son Syrah y Cabernet Sauvignon.

Finalmente llegamos a Salta, donde recorremos los Valles Calchaquíes, con la localidad de Cafayate como centro vitivinícola, a alturas que van de los 1500 a 1900 metros sobre el nivel del mar, con clima subdesértico subtropical, templado y seco, gran luminosidad y notable amplitud térmica entre el día y la noche. Los suelos son franco-arenosos, profundos, permeables y ligeramente ácidos, ricos en minerales, aunque escasos en nitrógeno, lo cual incrementa los perfumes y sabores de cada cepaje.

Los paisajes son deslumbrantes, con caminos que serpentean entre cerros y pueblitos pintorescos, con abundancia de edificaciones antiguas, de estilo barroco y colonial. Allí, sin dudas su mayor expresión se alcanza en la uva Torrontés.